URNG-MAÍZ lamenta profundamente el fallecimiento de Samuel Ruiz García, Obispo Emérito de la Diócesis de San Cristóbal De Las Casas

En nombre de la militancia y dirigencia de nuestro partido y también de una gran parte de nuestro pueblo, expresamos nuestras condolencias y nuestro pesar por el fallecimiento hoy en ciudad de México de Samuel Ruiz, el Obispo de los Pobres, el “JTatic” del pueblo Tzeltal y de los pueblos Tzotzil y Tojolabal.

Don Samuel en 1959 fue designado Obispo de San Cristóbal de las Casas, en el estado de Chiapas, México. Esta diócesis se caracteriza por su extrema pobreza y por tener una población mayoritariamente indígena. Desde entonces estableció un sistema de ayuda de la diócesis hacia la población indígena.

Samuel Ruiz García prestó su colaboración como mediador en varios conflictos latinoamericanos. En especial cumplió funciones de mediador en el conflicto de Chiapas entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y el gobierno federal mexicano. Ejerció el obispado en San Cristóbal de las Casas hasta 1999.

En el año 2000 fue distinguido con el Premio Simón Bolívar de la Unesco por su especial compromiso personal y su papel en tanto que mediador, contribuyendo así a la paz y al respeto de la dignidad de la población indígena. En el año 2001 recibió el Premio Internacional de Derechos Humanos de Núremberg, por su infatigable defensa de los derechos humanos de los pueblos indígenas de Chiapas, México, durante más de dos décadas. Recibió el doctorado Honoris Causa por la Universidad Iberoamericana. En 1997 recibió el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Cuando los refugiados guatemaltecos llegaron a la Diócesis huyendo de la represión en su país, hay muchas historias dignas de entrar a las páginas de la memoria histórica. Como aquella llegada de cuatro mil personas a Amparo Agua Tinta, comunidad apenas integrada por 38 familias. En esa ocasión el catequista reunió a la comunidad, lo reflexionaron y contestaron: “Son carne de nuestra carne y hueso de nuestros huesos, y mientras tengamos un pedazo de tortilla lo compartiremos con ellos”, eran las enseñanzas de don Samuel.

Juntamente con quienes del mundo entero le han conocido y han apreciado su entrega para la defensa de los Derechos Humanos y para la promoción de los más pobres, de su cultura, de sus tradiciones y necesidades, lo quisimos y valoramos siempre.

Reconocemos su gran entrega a los más desvalidos dentro de los cuales estuvieron por mucho tiempo nuestros pueblos mayas y mestizos que fueron masacrados, violentados y vilipendiados a los que Don Samuel, sus agentes de pastoral y sobre todo su pueblo acogió tan generosamente para salvarles la vida.

Nuestros hermanos mexicanos y particularmente los campesinos e indígenas chiapanecos dieron todo lo que tenían para que nosotras y nosotros sobreviviéramos.  Sus agentes de pastoral no solo proveyeron de sustento y vestido a quienes llegaban como refugiados, sino dieron seguridad psicológica, educación, servicios de salud y organización a quienes llegábamos carentes de techo, comida, vestido y seguridad.


Comité Ejecutivo Nacional de URNG MAÍZ

Guatemala, 24 de enero de  2,011.

Es tiempo de la izquierda!